Federico Garcia Lorca

la mar no tiene naranjas, ni Sevilla tiene amor. Morena, qué luz de fuego. P...

No quise. No quise decirte nada. Vi en tus ojos dos arbolitos locos. De br...

No te conoce el toro ni la higuera, ni caballos ni hormigas de tu casa. No te ...

Desnuda soledad sin gesto ni palabra, transparente en el huerto y untuosa por e...

Ay voz secreta del amor oscuro ¡ay balido sin lanas! ¡ay herida! ¡ay aguja ...

-¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta! Que si matarte pudiera, te pondría una m...

Hoy siento en el corazón un vago temblor de estrellas, pero mi senda se pierd...

Yo no quiero más que una mano, una mano herida, si es posible. Yo no quiero...

La muchacha dorada se bañaba en el agua y el agua se doraba. Las algas y...

Verte desnuda es recordar la Tierra, la tierra lisa, limpia de caballos. La ...

Tú nunca entenderás lo que te quiero porque duermes en mí y estás dormido. ...

La miel es la palabra de Cristo, el oro derretido de su amor. El más allá de...

¡Ay qué trabajo me cuesta quererte como te quiero! Por tu amor me duele e...

Con todo el yeso de los malos campos, eras junco de amor, jazmín mojado. C...

Por el arco de Elvira quiero verte pasar, para saber tu nombre y ponerme a ll...

Solamente por oír la campana de la Vela te puse una corona de verbena. G...

No te lleves tu recuerdo. Déjalo solo en mi pecho, temblor de blanco cerez...

Esta luz, este fuego que devora. Este paisaje gris que me rodea. Este dolor po...

La lluvia tiene un vago secreto de ternura, algo de soñolencia resignada y ama...

Lucía Martínez. Umbría de seda roja. Tus muslos, como la tarde, van de l...

Quisiera estar en tus labios para apagarme en la nieve de tus dientes. Qui...

Junta tu roja boca con la mía, ¡Oh Estrella la gitana! Bajo el oro solar del...

Mi niña se fue a la mar, a contar olas y chinas, pero se encontró, de pron...

A Margarita Manso ¿Qué es aquello que reluce por los altos corredores? Ci...

Noche arriba los dos con luna llena, yo me puse a llorar y tú reías. Tu de...

Nuestro ganado pace, el viento espira Garcilaso Era mi voz antigua ignora...

Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cris...

Quiero llorar mi pena y te lo digo para que tú me quieras y me llores en un a...

Me miré en tus ojos, pensando en tu alma. Adelfa blanca. Me miré en tus...

A Conchita García Lorca La luna vino a la fragua Con su polisón de nardos...

Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte osc...

Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre el mar...

Por las orillas del río se está la noche mojando en los pechos de Lolita se...

Yo pronuncio tu nombre en las noches oscuras, cuando vienen los astros a bebe...

Quiero llorar mi pena y te lo digo para que tú me quieras y me llores en un...

Tu voz regó la duna de mi pecho en la dulce cabina de madera. Por el sur de m...

Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso...

Y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido. ...

Silencio de cal y mirto. Malvas en las hierbas finas. La monja borda alhelí...

¡Oh, qué antiguo sentimiento! ¿De qué me sirve, pregunto, la tinta, el p...

La sombra de mi alma huye por un ocaso de alfabetos, niebla de libros y palab...

Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir. Voces antiguas que cercan, vo...

Para Luis Cardoza y Aragón Equivocar el camino es llegar a la nieve y lleg...

Para Alfonso García Valdecasas La luna gira en el cielo sobre las tierras s...

Cada canción es un remanso del amor. Cada lucero, un remanso del tiempo...

Quiero dormir el sueño de las manzanas, alejarme del tumulto de los cementerio...

La rosa no buscaba la aurora: casi eterna en su ramo, buscaba otra cosa. ...

Por las ramas del laurel vi dos palomas oscuras. La una era el Sol, la otr...

Por las arboledas del Tamarit han venido los perros de plomo a esperar que s...

Quiero bajar al pozo, quiero subir los muros de Granada, para mirar el coraz...

He cerrado mi balcón por que no quiero oír el llanto pero por detrás de l...

Flor de jazmín y toro degollado. Pavimento infinito. Mapa. Sala. Arpa. Alba. ...

Mi corazón, como una sierpe, se ha desprendido de su piel, y aquí la miro en...

Sólo tu corazón caliente, y nada más. Mi paraíso un campo sin ruiseñor...

Me he perdido muchas veces por el mar con el oído lleno de flores recién cort...

Hay una raíz amarga y un mundo de mil terrazas. Ni la mano más pequeña ...

Yo quiero que el agua se quede sin cauce. Yo quiero que el viento se quede sin ...

Todas las tardes en Granada, todas las tardes se muere un niño. Todas las t...

Suben por la calle los cuatro galanes. Ay, ay, ay, ay. Por la calle abajo...

La noche no quiere venir para que tú no vengas, ni yo pueda ir. Pero yo ...

Nadie comprendía el perfume de la oscura magnolia de tu vientre. Nadie sab�...

No quiero ser poeta, ni galante. ¡Sábanas blancas donde te desmayes! No c...

Largo espectro de plata conmovida el viento de la noche suspirando, abrió con...

La guitarra hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas se e...

I Norma de ayer encontrada sobre mi noche presente; resplandor adolescente...

Por el East River y el Bronx los muchachos cantaban enseñando sus cinturas co...

Sí, tu niñez ya fábula de fuentes. El tren y la mujer que llena el cielo, ...

A Juan Guerrero Cónsul General de la Poesía Los caballos negros son. Las ...

El viento explora cautelosamente qué viejo tronco tenderá mañana. El viento...

Tengo miedo a perder la maravilla de tus ojos de estatua, y el acento que de...

¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero! ¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡c...

Este pichón del Turia que te mando, de dulces ojos y de blanca pluma, sobre l...

Viento del Sur, moreno, ardiente, llegas sobre mi carne, trayéndome semil...

A la señorita Argemira López que no me quiso. Efectivamente tienes dos g...