Antonio Machado

Abril florecía frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas ...

Un libro de amores, de flores fragantes y bellas, de historias de lirios que ...

De la ciudad moruna tras las murallas viejas, yo contemplo la tarde silenciosa...

I Este amor que quiere ser acaso pronto será; pero ¿cuándo ha de volver ...

Recuerdo que una tarde de soledad y hastío, ¡oh tarde como tantas!, el alma m...

¿Sevilla?... ¿Granada?... La noche de luna. Angosta la calle, revuelta y moru...

Tus ojos me recuerdan las noches de verano negras noches sin luna, orilla al ...

La Mancha y sus mujeres... Argamasilla, Infantes Esquivias, Valdepeñas, La nov...

El hada más hermosa ha sonreído al ver la lumbre de una estrella pálida, qu...

¿Será tu corazón un harpa al viento, que tañe el viento?... Sopla el odio y...

Es una hermosa noche de verano. Tienen las altas casas abiertos los balcones ...

Mientras la sombra pasa de un santo amor, hoy quiero poner un dulce salmo sobre...

Galerías del alma... ¡El alma niña! Su clara luz risueña; y la pequeña hi...

Este donquijotesco don Miguel de Unamuno, fuerte vasco, lleva el arnés grotes...

Palacio, buen amigo, ¿está la primavera vistiendo ya las ramas de los chopos...

Este noble poeta, que ha escuchado los ecos de la tarde y los violines del oto...

Igual que el ballestero tahúr de la cantiga, tuviera una saeta el hombre iber...

Tierra le dieron una tarde horrible del mes de julio, bajo el sol de fuego. ...

Es mediodía. Un parque. Invierno. Blancas sendas; simétricos montículos y ...

Una clara noche de fiesta y de luna, noche de mis sueños, noche de alegría ...

El acusado es pálido y lampiño. Arde en sus ojos una fosca lumbre, que repug...

A la desierta plaza conduce un laberinto de callejas. A un lado, el viejo pare...

Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día. Yo, solo, por las quiebras del pe...

Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de a...

Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión! que una fontana fluía dentr...

I Es la tierra de Soria árida y fría. Por las colinas y las sierras calvas...

Poeta ayer, hoy triste y pobre filósofo trasnochado, tengo en monedas de cobr...

La aurora asomaba lejana y siniestra. El lienzo de Oriente sangraba tragedias...

La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo ...

¡Ya su perfil zancudo en el regato, en el azul el cielo de ballesta, o, sobre...

Yo, para todo viaje ?siempre sobre la madera de mi vagón de tercera?, voy li...

Nuestras vidas son los ríos, que van a dar a la mar, que es el morir. ¡Gran ...

En una tarde clara y amplia como el hastío, cuando su lanza blande el tórrido...

¡Oh, la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos, siempre con sangre en las ...

Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día d...

Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario. Girando en torno a la tor...

I Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño ...

Mirad: el arco de la vida traza el iris sobre el campo que verdea. Buscad vues...

Francisco a Pedro Salinas: Si el arte es fuego, será con sombras divinas, ju...

A quien nos justifica nuestra desconfianza llamamos enemigo, ladrón de una esp...

Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de l...

Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, ...