-->

poema-de-amor.comLas Islas

Luis Cernuda Bidou

Sección: Poemas de Amor » Las Islas

"Las Islas"


Recuerdo que tocamos puerto tras larga travesía,

y dejando el navío y el muelle, por callejas

(entre el polvo mezclados pétalos y escamas),

llegué a la plaza, donde estaban los bazares.

Era grande el calor, la sombra poca.

Con el pecho desnudo iba, distraído

como si familiares fuesen la villa y sus costumbres,

y miré en un portal al mercader de sedas

que desplegaba una, color de aurora, fría a los ojos,

sintiendo sin tocarla la suavidad escurridiza.

Ante un ciego cantor estuve largo espacio,

único espectador, y parecía cantar para mí solo.

Compré luego a una niña un ramo de jazmines

amarillentos, pero en su olor ajado tuvo alivio

la dejadez extraña que empezaba a aquejarme.

Desanudada la faja en la cintura,

unos muchachos que pasaban, reían,

volviendo la cabeza. Acaso me creyeron

Ebrio. Los ojos de uno de ellos eran

como la noche, profundos y estrellados.

La humedad de la piel pronto se disipaba

por el aire ardoroso, a cuyo influjo

mi pereza crecía. Me detuve indeciso,

acariciando el cuerpo, sintiendo su tibieza

lisa, como si acariciara un cuerpo ajeno.

Seguí, por parajes nunca vistos,

mas presentidos, igual a quien camina

hacia cita amistosa. Deponía la tarde

su fuerza, cuando al fin quise

buscar reposo ante un umbral cerrado.

Era un barrio tranquilo. Mis párpados pesaban

(acaso dormí mucho), y al abrirlos de nuevo

ya el sol estaba bajo en el muro de enfrente.

Una presencia ajena pareció despertarme,

porque al volver la cara vi una mujer, y sonreía.

Como si de mi anhelo fuese proyección, respuesta

ante demanda informulada, me miraba, insegura;

aunque yo nada dije, con gesto silencioso,

invitándome adentro, me tomó de la mano.

La seguí, con recelo más débil que el deseo.

La sala estaba oscura (ya caía la tarde).

Sobre la estera había almohadas, un cestillo

anidando manojos de magnolias mojadas,

de excesiva fragancia. filtró la celosía

unas palabras de la calle: «Le encontraron muerto».

Las pensé referidas a un camarada,

quizá presagio de mi sino. Pero ella,

atrayéndome a sí, sobre la alfombra

el ropaje tiró, como cuchillo sin la vaina,

fría, dura, flexible, escurridiza.

Mis manos en sus pechos, su cintura

quebrarse pareció al extenderme sobre ella,

y en el silencio circundante, al ritmo

de los cuerpos, oí su brazalete,

queja del ave fabulosa que escapaba.

La oscuridad llenó la sala toda

cuando saciado y satisfecho quise irme.

En la puerta (ella como mi sombra me seguía),

al cruzar su dintel, sentí que entre mis dedos

quedaba el brazalete, ahora inerte y mudo.

Mucho tiempo ha pasado. No aceptara

revivir otra vez esta existencia.

Mas no sé qué daría por sólo aquel instante

revivirlo. Bien sé que apenas tengo con qué tiente

al destino, ni el destino tentarse dejaría.

Cuando el recuerdo así vuelve sobre sus huellas

(¿no es el recuerdo la impotencia del deseo?).

Es que a él, como a mí, la vejez vence;

y acaso ya no tengo lo único que tuve:

Deseo, a quien rendida la ocasión le sigue.

Autor: Luis Cernuda Bidou

Publicado: martes, 23 de agosto de 2016

Palabras Relacionadas: Luis Cernuda Bidou poemas de amor bonitos, poesias de amor cortas, poemas de amor benedetti, poemas de amor en letra, poemas de amor para mi novia,Luis Cernuda Bidou poemas y versos de amor, poemas de amor para mi novia, poemas de amor fabian ruiz, poemas de amor cortos para mi novia que la amo mucho, poemas de amor de sor juana ines dela cruz,Luis Cernuda Bidou poemas de amor famosos para hombres, poemas de amor de sor juana ines dela cruz, poemas de amor bonitos cortos, frases de amor para enamorar a una mujer, frases de peliculas de amor,Luis Cernuda Bidou poema de amor corto, frases de peliculas de amor, poemas de amor juveniles, poemas de amor graciosos, poemas de amor graciosos,Luis Cernuda Bidou frases de amor para mi novio, poemas de amor borges, frases de esperanza de amor, poemas de amor cortos, poemas de amor de jaime sabines, emily dickinson poemas, iglesia amistad cristiana, poemas del dia de la madre, poema dia de la madre, poesia dia de la madre, poesia, poemas para el día de la madre, poema para el dia de la madre, poesía para el día de la madre, libros de romance, el amor de mi vida, poetas argentinos, poemas argentinos, alicia collado, historias de amor, libros de romance juvenil, novelas romanticas para leer, edgar allan poe el cuervo, el cuervo edgar allan poe

Poemas de Amor:

Saberte aquí

Podés querer el alba cuando quieras he conservado intacto tu paisaje podés q

Autor: Mario Benedetti
Por siempre

Si la esmeralda se opacara, si el oro perdiera su color, entonces, se acabaría

Autor: Mario Benedetti
Adónde - Ricardo Peña

Adónde, qué las flores de tu cuerpo el perfume que escancian y que recoge el al

Autor: Ricardo Peña
Amor mío, mi amor...

Amor mío, mi amor, amor hallado de pronto en la ostra de la muerte. Quiero com

Autor: Jaime Sabines
Amo, Valparaíso, cuanto encierras...

AMO, Valparaíso, cuanto encierras, y cuanto irradias, novia del océano, hasta

Autor: Pablo Neruda

Poemas de Amistad:

Vaya uno a saber

Amiga la calle del sol tempranero se transforma de pronto en atajo bordeado d

Autor: Mario Benedetti
Sueño infantil

Una clara noche de fiesta y de luna, noche de mis sueños, noche de alegría

Autor: Antonio Machado
A don Miguel de Unamuno

Este donquijotesco don Miguel de Unamuno, fuerte vasco, lleva el arnés grotesc

Autor: Antonio Machado
Hermana, hazme llorar...

Fuensanta: dame todas las lágrimas del mar. Mis ojos están secos y yo sufro u

Autor: Ramón López Velarde
Pequeño poema infinito

Para Luis Cardoza y Aragón Equivocar el camino es llegar a la nieve y llega

Autor: Federico García Lorca