Ricardo Pena

Adónde, qué las flores de tu cuerpo el perfume que escancian y que recoge el ...

En el jardín del cielo está tu nombre como el malva de luz de la mañana. En...

En malva azul tendida niña, geranio de ojos de gacela sobre el cristal de la ...

Es un cristal tu cuerpo y su hermosura, en soledad mi alma la enamora. Cuando ...

La piel azul de tu sonrisa, el fuego de cada estrella, de cada flor dorada. ...

Las flores de la noche se entreabren con sólo aproximarse tu hermosura. Qué ...

No sé qué dulzura vierte tu soledad. Hay un eco de rosas que nunca tuve j...

¿Qué sombra invisible es esa donde tu rostro aparece, abierta flor que en el...

Sueño morir cada hora frente al rumor de su frente. Sueño que muere en mis l...

Tu soledad y la mía no viven hoy en el mundo de insospechadas flores, de recó...

Yo soy el fuego oscuro que penetra tu bosque de alas y esmaltados peces. Yo so...

Bebíamos el mar -licor ansiado que el aire derramaba por sus contornos claro...

Oh, blanca flor intacta. Abierta y ya cerrada, Trasplantada tan sólo por mi...

Tan sólo sonreíase cuando yo la miraba. No me miraba nunca, sólo yo la mir...

Tu rostro, el mío ya desvanecidos. Tu rostro, en mí ya entremezclados. Tu ro...

Albor de cielo y mar. En la campiña el mar -lebrel de espuma- se enroscab...

Aquella flor de luz inmarcesible recogida en su vuelo de armonía. Sobre cam...

Blanca, blanca, blanca la melodía ardiendo de sus hojas. Nació la tierra enf...

Corría el aire puro por mis cabellos negros. Mi sueño blaríco era un pé...

Máscara-niña, que se anima cuando la luz despierta la montaña. No has mue...